El sentimiento del amor nos lleva
a un callejón, a veces, sin salida,
pero que dar nos da bastante vida
cuando del suelo el alma nos eleva.
Pues aunque a cántaros incluso llueva,
si acaso sana al corazón su herida
y con el tiempo su ansiedad liquida,
hará que su bondad también se mueva.
Será que de su hechizo nadie escapa
y todo el mundo arriesga su pellejo
que en tales menesteres se aventura.
Luego si el mal presagio igual le atrapa
lo más probable es que en llegando a viejo
con intereses pague la factura.