Una revolución, una gastada
estrella en la solapa, una derrota;
un ejército ardiendo en la remota
barbarie de una patria ensimismada.
Los puentes, pasarelas, la soñada
música de aquel río ; la devota
lucha de los infantes, de la rota
juventud y su vida ensangrentada.
Los ríos permanecen en su olvido,
lánguidos y terribles, con sonido
de voces y de llantos de otro mundo.
Y está tímida lluvia, junto a un río,
viendo pasar fantasmas, el vacío;
la muerte,como un velo tan profundo…