En casa nadie se atrevía a contradecirte,
pero en los bares ibas de democrata.
En casa exigias la cena a las nueve y media de la noche,
ya que necesitabas estar a las once de la noche en los bares
y decir que eras un liberal convencido.
En casa no existía la tertulia
nadie se atrevía a hablar
sólo veían como bebias una copa de vino tras o otro,
en los bares eras el centro de las tertulias, invitando a tus amigos y conocidos.
En casa eras el rey
en los bares tambien.
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En estos versos parece que retratas a un tirano cotidiano con crudeza lúcida, feroz e implacable.
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