Tierra destilada sobre el imán de mi alma,
diario de un sol sin galaxia,
próximo,en mi espalda.
Sobrevuelan siluetas de espinas
en el horizonte de mi regazo.
La sombra de tu nenúfar
surca la piedra hasta el fondo de mi cuerpo como heraldo anunciando clímax
con sangre.
Las manos del tiempo sostienen agujas que limpian nuestra piel,
metamorfosis nacidas de un océano de mariposas
***que pululan como un hormigueo de alas en tu ombligo ***
desembocado en mi lengua, salvaje y ceniza.
Laberintos de los que salgo sin entrar,
como puertas abiertas que ha barrido el aire.
Nos atrapamos en un suspiro,
con este sueño sin vista que se apodera de nosotros
en cadena, este sueño cromosoma.