El precio del desprecio
Es simple, como si no pasa nada;
sencillo, ni una sonrisa, ni una mirada,
ni una palabra. Justo y grande precio,
de todo lo que causa tu desprecio;
cual lágrima caída y derramada.
Es fácil, lo que llega es de pasada:
la vida, el sentimiento, todo recio,
así, como del sabio, vive el necio,
así, como querer que nada pase.
Sufrir es un proceso y una fase
en donde se valora lo que damos.
Entonces, ya lo ves por qué sucede,
el precio del desprecio lo olvidamos
y es cuando el alma entrega lo que puede.