El paraguas

En la parada del autobús, releía aquel libro de versos de Karmelo. Lo gracioso y certero que puede llegar a ser…
Levante la vista, y a lo lejos, el autobús venía, acercándose, chapoteando bajo la lluvia.
Volví, a lectura apurando esos segundos, ese último poema finalizaba así:

Los paraguas, en cambio, mueren por tí.

Supe en ese instante, que tendría un día pasado por agua, otra vez me olvidé mi paraguas. A mí,encambio, se escondió de mí, como diciéndome que no quiere nada conmigo.
Así son las cosas cuando se ponen en contra.

6 Me gusta