El otoño del sur

Brillas lejana y libre
como una estrella libertada
en lo alto del destello y el cimiento azul,
en las hondas calles y desde cada páramo.
Y llegan tus ecos
hacia orillas turbulentas
y lejanos crepúsculos,
desde una marcha sin búsquedas,
desde un sitio no lejano.

Y voy entre lentas promesas y piedras olvidadas
aferrado al estruendo sombrío de mi sangre.
Ceñido al parco latido del silencio,
débilmente aferrado,
incierto y errabundo náufrago.

Y el devenir naufraga en tus derivas.
Espina estival y doliente amiga
casi ausente de ti
como un reloj
despojado de todo tiempo.

Espina estival y triste espiga,
lacerante y cruel pétalo
del deseo verdadero.

Fuiste celeste antes que mía.
Celeste y mía, solitaria estrella del día.
Pequeña cima
y pequeño corazón del fuego,
de donde vienes no sabe el mundo
pero eres el mundo en que todo deviene.

Inesperada y última
cumbre que yo aguardé,
el color que tú vivas será el que yo ame
y seré sólo como un río
que en sus aguas
de ti algo lleve.

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Un poema precioso, compañero :clap:.

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Hermoso poema, compañero, saludos!

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Gracias, saludos :+1:

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Gracias María
Feliz viernes

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