Acaso en el armario
de la niña se ausculta el corazón,
insobornable y puro,
del juguete perdido en los espejos.
Acaso la ternura,
el silencio más puro
del osezno de trapo me devuelva
a mi hija , que se esconde en su aventura,
su proyecto inmaduro
de adulto fiable y dúctil.
Acaso estas palabras,
dulce música, traiga ese inseguro
momento de la dicha de la infancia.
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Muchas gracias. Todo lo que somos está en la infancia. Un saludo.
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Un poema precioso, cómo plasmas la nostalgia de la infancia de tu hija con tus palabras. A veces hay que abrir ese armario para recordar quiénes somos…
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La infancia es el territorio de los sueños. Después es el tiempo de desarrollarlos y viene la realidad. Bonita Silva. Saludos.
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De ahí somos, de esa esperanza. Muchas gracias. Un saludo.
Gracias. Todos sabemos que la infancia es nuestro punto de salida.
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Precioso poema cuajado de ternura, a través del recuerdo y la realidad del presente. Añoranzas…
Un saludo.