El néctar de la vida
asoma de tus labios,
y llega en la mañana
silente hasta mi lado.
Por medio de sonrisas
hay versos en tu mano,
que ofreces a los niños
en forma de regalos.
Despiertan margaritas,
murciélagos alados
y surgen mariposas,
preciosas por los prados…
Eterna fantasía
que ofreces sin pensarlo
dejando en muchos ojos
el cuadro deseado.
Estampas muy floridas,
campiñas de verano,
otoños de colores
e inviernos ya cercanos.
Preciosas chirimías
de un mundo suspirando
en medio de un septiembre
de rasgos otoñados.
Me aferro a esta vigilia
y corro por los campos
buscando a la princesa
de sueños y de cantos.
Ya sé que es utopía
y un sueño inacabado,
tratar de ser un niño
en cuerpo de un anciano.
Son cosas de la vida
y sueños de un extraño,
que vive entre los versos,
ajeno a los humanos.
Es fácil que una herida
supure en el costado,
y busques en los sueños
el beso, con tus labios.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/09/24