Cuando el alma es libre el corazón late, los sentimientos afloran y la vida sonríe.
Controlemos nuestros impulsos, para que nuestros sueños se conviertan en realidad, procuremos no encerrarlos en la jaula de los miedos, dejémoslo volar, volar libres, sin miedos, sin ataduras ellos saben a dónde llegar… El miedo es el carcelero de los sueños, el destructor de las esperanzas… Y el portero de la soledad.
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