Luisma
15 Agosto, 2023 08:19
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Ayer oí llorar a los cipreses.
Gemían, con sus luengas ramas rotas,
como tubos de órganos candentes,
heridos por el aire y por las sombras.
Oí sus voces, quebradas por el viento,
arrastrarse a lo largo del sendero,
correr, de piedra en piedra, rebotando
en la tapia milenaria del convento.
Son, como niños grandes, que reclaman
lo que nunca tuvieron. Les quitaron
las flores, y les pintaron luego
de un verde lúgubre y opaco.
Les robaron el sol mediterráneo,
y les plantaron en tristes cementerios,
como atávicas guías, que desde el suelo,
elevasen las almas al espacio.
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Luisma:
Ayer oí llorar a los cipreses.
Gemían, con sus luengas ramas rotas,
como tubos de órganos candentes,
heridos por el aire y por las sombras.
Oí sus voces, quebradas por el viento,
El llanto de los cipreses, te lo aplaudo, amigo, porque como ellos lloran también todas las plantas que gimen ante la irresponsabilidad de quienes pudiendo protegerlas, no previenen y permiten los fuegos y detracciones de nuestra naturaleza. De nuestra Madre Tierra.
Abrazo
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Muy bonito poema, con un gran ritmo y sonoridad. Me ha gustado leerlo y sumergirme en esa atmósfera que siempre crean los cipreses…
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Luisma
15 Agosto, 2023 17:13
5
Muchas gracias por leerme y por tus palabras. Siempre animan a seguir.
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Luisma
15 Agosto, 2023 17:14
6
Me alegra que te guste, éso gusta. Muchas gracias.
melancólicos los cipreses, hermoso poema
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Luisma
15 Agosto, 2023 17:16
8
Gracias, colega. Es un honor recibir tus comentarios. Un saludo.
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Luisma
15 Agosto, 2023 17:19
9
Muchas gracias por comentar, agueda1234. Leeré tus trabajos con interés. Un saludo.
Buen poema !!. Algunos cipreses acaban convertidos en violines.
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Luisma
15 Agosto, 2023 18:57
11
Muchas gracias. No sabía que también del ciprés salían violines. Gracias por la información.