El legado

A Jorge Ruiz de Santayana

Esta carne que veis
no es más que el traje
que nos disfraza hoy,
pero mañana será
carne putrefacta
devorada por los gusanos
─o por el fuego─
y… en polvo nos convertiremos.

Pero, hasta entonces,
seguimos aquí
creyendo que somos lo que vemos,
cuando en realidad
somos lo que no vemos.

Somos el legado que recibimos
del mono que llevamos dentro,
del hombre de cromañón
del homo sapiens,
de las tribus que nos enriquecieron:
Tartessos, íberos, celtas,
fenicios, griegos, cartagineses,
y romanos, y cristianos, y godos,
y musulmanes,
y otra vez cristianos.

Somos la mezcla que queda
de los que nos precedieron,
lo que de ellos
heredamos,
y por ellos
somos únicos
─no por nuestro mérito─.

Con este carácter nuestro
de quijotes y don juanes,
llegamos a donde estamos
con nuestras fortalezas
y debilidades,
nuestros arrebatos,
y pasiones,
nuestras costumbres
y vanidades…

En su conjunto,
no somos malos del todo,
ni entre los buenos, los mejores,
pero tampoco somos los peores
del mundo que nos rodea
─cuando nos ponemos en marcha
competimos con cualquiera─.

Recordemos que esta sangre
que corre por nuestras venas
es la sangre de nuestros padres,
y la sangre de nuestros abuelos
─somos la sangre que recibimos
y el espíritu de los que nos precedieron─.

Al igual
que no hay futuro sin pasado,
nunca sabrán a dónde ir
los que no saben
dónde están,
ni cómo llegaron,
ni de dónde vinieron.

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Como decía el historiador al que dedicas el libro “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. Esta frase habla mucho del mundo actual y da a entender que al final el ser humano es un ente repetitivo, cosa que es evidente, no hay más que ver la cantidad de guerras que ha habido en la historia y si el ser humano hubiera sido capaz de recordar la primera, habría sido la última.

Sobre el poema que decir, pues que es sumamente interesante, un compendio de historia y un legado de palabras que nos da de golpe en las narices. Es evidente que lo que somos es una herencia de miles de años y que la historia y el conocimiento nos ha hecho por desgracia desembocar en lo que somos en la actualidad. Salvaría individualmente a algunos seres humanos que han sabido llevar ese legado con dignidad, pero creo que como sociedad empezamos a vivir una decadencia desde que hemos dejado que nos manipulen unos personajes que hace mucho que han perdido ese legado y que quieren hacer un mundo a la carta para ellos. Es una lástima.

Un gran poema, para rumiarlo detenidamente.

Un saludo.

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Me parece un poema que desenmascara la carne y el alma en un vaivén de herencias.

Versos en los que el pasado late, pero el presente apenas respira.

Excelente todo.

Somos el legado que recibimos
del mono que llevamos dentro,
del hombre de cromañón
del homo sapiens,
de las tribus que nos enriquecieron:
Tartessos, íberos, celtas,
fenicios, griegos, cartagineses,
y romanos, y cristianos, y godos,
y musulmanes,
y otra vez cristianos.

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Muchas gracias por tus palabras. Me alegro que te haya gustado.

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Como siempre, gracias por tus palabras. Un placer volver a pisar estas páginas. Nos leemos.

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No surgimos de la nada, somos una consecuencia de los que nos precedieron, con lo bueno y lo malo, así, que no podemos olvidarlos.

Totalmente, comparto este remate…hay que contar con nuestro pasado que encierra nuestro legado.

Me pareció un gran poema, Paco! :clap::rose:
Me alegra leerte de nuevo, compañero.

María, aunque últimamente voy y vengo, no me olvido de seguir en la brecha. Un abrazo y gracias por tu lectura y agradable comentario.

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Hermoso y muy acertado este cierre Paco. Precioso poema.
Buen fin de semana, saludos :slight_smile:

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Gracias por tu comentario. Buen fin de semana para ti también. Un abrazo.

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