El lado sensible de la poesía

(Lírico)

El cuerpo no se niega a su necesidad,
y nos tocamos a luz de la oscuridad.
Preguntó abiertamente mis preferencias
y respondí entre titubeos y manos necias.

¡En la calle somos dos hombres normales!
Yo, vestido con un pantalón de acrílico
y él, sin cultura, me explicó el jeroglífico,
el idioma que margina y nos ve anormales.

En este mundo se puede coincidir
con un espíritu afín, nuestra esencia difundir.
Era la hora del ocaso, en medio de la lluvia,
y en nuestro interior, testosterona que diluvia.

Soy escritor de la vida común y cotidiana,
¡Eso dije! En respuesta a su oficio de poeta.
Me proyecté sucio en su mirada de obsidiana
y corrió el hilo de cristal en la palpitante grieta.

Nubes de tormenta, agitadas en el cielo,
bruma de deseo acumulada en su pelo,
y sin pensarlo, unió su boca de almendra
a mi boca, y en el gemido, su nombre urgente medra

La influencia del tabaco envuelta en vino,
me abrió la puerta de su bragueta ¡Y fue divino!
Su mano inquieta se deslizó en mi entrepierna
y su lengua reptó con humedad de brisa tierna.

Succionó y bebió del río salado,
y el templo le replicó a mi pecado.
No importa si es un mártir o un vesanio,
en mi demencia su nombre es un rosario.

¡Mi religión lleva su nombre, lleva su marca!
en la penumbra, su respirar es una barca,
que nos encausa por el sendero de lo prohibido.
En la estrechez de mi dolor, lo he concebido.

Sin protestar, se aventuró al mundo extraño,
llegó temblando y yo le dije: no me hagas daño.
Humedeció con su saliva el cuerpo hinchado
y dilató mis sentimientos al verlo extasiado.

Después lo vi vibrar al invertirse,
me dio la espalda al desvestirse.
Piel de bronce anegada en mi crisol,
orificio virgen abriéndose cual girasol.

La sensación que descubrió, salió innata,
y no importa, porque la vida ahora lo mata.
Flor de pantano, medra en mi fango,
frisón brioso, y yo, común caballerango.

Hombre de barro, hombre de fuego,
yo pago aunque no cobre, nutro su ego.
Si me invade y me somete, nada le niego,
y fluye espeso si al eyectar yo me despliego.

Jorge Martínez C.
Autor.

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Imágen tomada de Deviantart

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Aplaudo primo, es una prolongación de los límites de esa sensibilidad que alude en el título, una propuesta concreta y audaz con polaridad invertida en los abismos excéntricos del erotismo. Aplaudo.-

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Soy escritor de la vida común y cotidiana,

Me proyecté sucio en su mirada de obsidiana
y corrió el hilo de cristal en la palpitante grieta.

y sin pensarlo, unió su boca de almendra
a mi boca, y en el gemido,

Flor de pantano, medra en mi fango,
frisón brioso, y yo, común caballerango.
.
Hombre de barro, hombre de fuego,

Ufff… Sin palabras. Intenso poema en su sugestivo erotismo pasional. Una intensidad que deja sin palabras.
Aplausos !!!

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Gran poema de una sensibilidad y erotismo tan lírico y sincero, mucho más allá de los prejuicios.
Te aplaudo, amigo!!:clap::clap::rose:

Abrazos, Jorge.:hugs:

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Que gran poema Jorge, donde la sensibilidad y el erotismo van de la mano, y los prejuicios no tienen cavida en estos versos.
Un abrazo poeta.

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Muchas gracias, primo.
Valoro mucho tu apoyo y asistencia a este tu espacio.
Muchos abrazos.

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Gracias poeta administrado.

Abrazos

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Gracias a ti amiga
Siempre agradecido por el tiempo que le dedicas a Leer lo que escribo.

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Gracias, Antonio.
Quedo muy agradecido por la lectura y en general tu tiempo.

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Gracias, amiga.
Ya le puse la fuente de descarga y gracias por estar pendiente de esos detalles.

Abrazos mil

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El lado sensible, el que quema, el que se entrega sin filtros… el que lo da todo verso a verso.

Bravo :clap::clap::clap:

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Gracias.
Siempre complacido con tu paso por este tu perfil.
Saludos.

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