El juicio de los idiotas

Debemos juzgarles.

Castigarles en la pira de la historia.

Arrumbarles,

de todo mérito.

Malditos sean aquellos

latinos que nos dieron

los cimientos

con aquella habla latina.

Maldito sea Cervantes

y su loco hidalgo.

Maldito sea el poeta

de Villanueva es de lo infantes.

Malditas las jarchas,

Garcilaso y Gongora.

Malditos sean todos

los creadores de esta lengua,

Nebrija y su diccionario,

que queden todos

olvidados.

Es la hora de su juicio,

que no quede nada.

Que se olvidaron

de un genero,

por elles,

debemos todes

reventarlos.

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Buen poema. Sorprendente y original. También lleno de ironía. Me ha gustado…

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¡Socarrón, Socarrón!