El Jardín Botánico

Anduvieron los astros en los ramajes
y mi amor y el tuyo se unieron.
Tus ojos
claros como una tarde miraron las hojas,
el pasto, la fuente, las piedras…
como si una calle mirara el crimen.
Milagrosamente
de tus manos dulces brotó la arboleda
y junto con ella mariposas de espuma,
y el calor del verano
como una esperanza nació entre nuestros labios.
Tu sonrisa de flores
hundió en el pozo de mi corazón su sueño.
Tú,
eres esas cosas que la muerte no puede apagar.

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Hermosos tus versos

Me encanta tu poema

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Muchas gracias!

Hermoso poema, compañero.
Un saludo, Duval!

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Se agradecen sus lindas palabras!
Un saludo.

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