El inquebrantable inciso

Ante tus labios sucumbir quisiera
y tu mirada impenetrable y profunda,
certera, frágil en realeza…
dominarla y hacerla mía pretendiera,
y así lo fuera, porque entrar más fácil creyera,
abrazar aquel niño en su soledad perdido
y al hombre envolver en las llamas del amor
y las mieles insubordinables del deseo,
galopar incesante y tocar el infinito cielo,
en su regazo colgarnos o anidar allí eternamente,
sin percatarnos del tiempo, impávido mosquetero,
que avanza en las horas servidas,
del golpeteo perpetuo del inagotable tiempo
por segundos gastados y soberbios,
quedando atrás como recuerdos,
más el ímpetu por devorar
sedientos de placer inmerso; que alimentan…
avanzar despabilados y hambrientos
extasiar de nuevo en aprendizajes certeros
de lo ya conocido por vivido y más… sinfín,
como tornillo avanza taladrante,
compenetrando dos cuerpos,
más por desconocido, al querer vivir,
continuar, atreverse,
es aroma del que no se sabe, que invita…
a continuar aventurarse, sin descanso, sin deceso,
encontrar en ti, las ilusiones perdidas
de un pasado inexistente
en un presente que se consume paso a paso
y que ¡yo! devorar quisiera,
hacerlo mío a cada instante,
más que mis ganas se mojan en ti,
cuando un rayo atraviesa despertándome,
al ver por mi ventana que estoy aquí
y no donde la inspiración me elevó
porque ¡si! es lo que quiero
a ti me aventuro en mi pensamiento,
mientras siento tus manos recorrer mi cuerpo,
tus besos absortos emocionados y placenteros,
me dominan y abarcan…
respetando los límites de mis labios,
que ya no importan si se desbordan,
solo importa, continuar profundo,
incesante sin desmayar en el intento,
tu sudor que cae y se funde en mi cuerpo
se convierte en amalgama incesante,
de entre mezcla de líquidos,
tus cabellos mojados como los míos,
irrigan ambos cuerpos,
cada giro hace de esta mezcla inconfundible,
banquete de huella imborrable,
que no permite difuminar en el olvido,
se marca, tatuando las pieles
y el alma, muy fuerte.

Que en cada movimiento los ojos se siguen
como encadenados eslabones,
los ojos vidriosos y resplandecientes de brillo
que los ilumina deslumbrante el deseo
sucumben los unos entre los otros
llega un momento y la paz en regocijo,
alimentado de emulsificantes
venires y devenires
en satisfacción profunda,
cuya divinidad nunca pudo ser más infinita,
actividad incesante
que en profundo sueño ha caído,
para reestablecer energías,
de estos dos cuerpos y almas unidos,
la complicidad que nos despierta e invita a cotejar,
acariciar, acicalar, del calor que proporciona,
el apapacho eterno,
mientras las palabras nos envuelven,
en sus relatos infinitos e inmensos,
nuestro regazo mutuo que es refugio predilecto,
nos embelese con la ternura de mimos maternos,
nos convierte en cómplices
pues somos condenados,
por nuestros deseos culpables,
al converger en ellos
me despierto y huelo el aroma venidero,
que no se ha ido, más no está…
es producto del deseo
de ilusiones vanas,
expectativas con o sin fundamento
que la vida es vida
y de alguna forma hay que vivir los deseos,
noches acompañadas de la lívido,
así como en el día
cada vez que se me mojan las ganas,
o en estampidas de frases
o millones de palabras,
que vienen y registrar quisieron,
muchas se escapan en la penumbra…
que por inspiración incita a escribir,
más el lápiz no lo puede transcribir,
en momentos inoportunos que llegan,
en medio de la noche o bajo el agua,
en la ducha de mi desconcierto,
correr quisiera a escribirlos mas no puedo
intento retener en mi memoria pero se borran,
por la impedancia de otros pensamientos
que la memoria no aguanta
y lamentablemente morir desearon,
al no permanecer…
en el profundo olvido perecer quisieron
pues irrecuperables fueron
estas letras insondables
que en mi lamento
por pérdidas invaluables
incanjeables por aquellos momentos,
o acometidos actos
que reemplazar pudieron,
que vibro en este marañal de sueños,
resultado de un duelo,
que se baraja en miles de ellos
diferentes cada uno insustanciales…
efímeros y verdaderos,
en la soledad de mi encuentro,
más que mi andar se empecina,
por conjugar también tus sueños,
sí converger pudieran,
al escatimar los delirios esquivos
que evitan concretar en realidades
estas escenas…
tú con lo tuyo, yo con lo mío,
barreras inquebrantables
desbaratar quisiera… mi deseo,
la inspiración en reproches
insiste en plasmar,
soberana de su tiranía que reclama,
más yo somera preferiría
al ver que su argumento sucumbe,
más manantial de fuente en versos,
por lo tanto suficiente es su existir profundo
y me pregunto ¿porqué la inspiración divina
yace en estos sentimientos?
cuando por sentimientos, de donde explotar…
como mina, de donde emerger miles de versos,
más la inspiración es autónoma, incorruptible
inmanejable, inmanipulable,
no es lo que quieras es lo que brote
y aunque te llame o llegues,
tampoco es como yo quisiera…
regocijarme en tu mirada anhelo infinito…
en tu profundo café o castaño
de tus ojos… ahondarme pretendiera,
que tus labios acolchados, blandos y exquisitos
me rodearan incesantes, dominantes…
sumergirme en tu mirada
mientras tus palabras
me emborrachan
con tus historias sagradas
increíbles, cautivantes inquisidoras
de relatos exquisitos,
banquete de secuencia
en experiencias interpuestas,
las unas sobre otras
sin espabilo alguno,
tejiendo historias en suculento manjar
de cautivantes hechos,
que tu paciencia no quisiera arrebatar
ni fastidiar al empalagar tu espera
pues tu interés ha desaparecido
al sucumbir tal vez en el hastío…
pues expectativa pareciera no existir,
en esto que cautivó tu mirada,
pero tus prioridades se deslumbran
día a día en tus pretensiones verdaderas
ecuánimes, lógicas, alcanzables
más no en enredos de energía que se escape,
ni cualquier cosa que esquive o aleje,
de tus propósitos auténticos,
por ilusiones de una niña,
que promete el futuro
en un segundo, efímero e inexistente,
aunque por momentos tentador y reflexivo,
que vivir solo se vive en este mundo,
y en este momento,
más los caminos se dividen,
elijo este, este… o, este…
pero todos al mismo tiempo
es imposible, ¡puedo!,
la vida es un acertijo,
de comunión perfecto
un equilibrio que rompemos
a cada instante sin la plenitud,
del conocimiento extremo,
el miedo nos invade sin saber que
es la batuta que llevamos
y nos lidera por dentro
es lo que nos hala y nos en ruta…
en el camino de la ensenada vida,
será estadía, será pasajero,
cual será mi verdadero rutero,
no quiero encarar,
cuestionar o confrontar,
intento escapar y siempre
termino cayendo en ello,
quiero escribir versos lindos
o de historias de amor, rompidos,
de dolores, apegos y desapegos,
de los famosos duelos,
incluso de las bienaventuranzas,
de mi infortunado dedo
relatos de una caída convertida en fractura
y temas como estos.

En la búsqueda insaciable del Amor
he caído en mis propias redes
que no son más que trampas engañosas…
por el supuesto de lo prometido en inexistente,
más la verdad se devela,
que allí esta mírala,
implacable e impenetrable…
que no la vez por tu manto de luz…
como velo enceguecido
que es imposible ver,
envuelto en él estas…
hasta que el Universo,
te lo entregue, todito,
no esperes el milagro
si la magia en ti, no se ha dado,
conéctate a lo que deseas,
más mientras apegos tengas
al pasado inexistente,
el presente y futuro
esquivo serán por siempre,
que todo pasa, que todo fluye,
eso… muchos dicen, más es veracidad,
y que al parecer evolucionar quisiéramos,
verdad o acertijo quien pudiera descifrar
la verdad por testigo
manipular o poseer quisiera
¿cómo limpio tanta adversidad
y suciedad? pretendiera.

El panorama parece limpio
más mi engaño es el que ver así lo hace,
perfecto, inviolable, puro e inmaculado,
alimentado por el deseo inconcluso
y de tu indiferencia explicita,
ahogar prefiriera en el vació inexistente,
del sentimiento que ni nacer quisiera,
emergen cuales icebergs
imprevistos y enigmáticos
se ven pequeños e inofensivos,
pero bien sabemos que en lo profundo
moles inmensas incontenibles, majestuosas,
¡cuidado! con ellas no te turbes,
son mis propios fantasmas crecidos,
no pueden asustarte más que a mí,
pues a ti te incomodan
en la soledad de tu inconciencia
que por supuesto ni te tocan ni te perturban,
la indiferencia en látigo consumida,
se voltea fría y serena, a verme pasar
y ni siquiera darte cuenta,
que no es mío tu tiempo
por más que yo quisiera,
tal vez al enredarte
en unos versos míos,
de devastada afrenta…
que ni siquiera son míos,
pues tú en inspirar aciertas,
que mis ocupaciones
ya no me ocupan,
por escribir estas pocas letras,
que en clamor exigen
dejarlo todo por ellas,
más mi ímpetu sigue a pesar
que consecuencias tuviera,
dejarlo todo por esto
sin saber que esperar pudiera
es una pasión victoriosa
que muchas veces naufragar sufriera,
por el desconsuelo en ira
y de insolencia invicta,
de quienes valorar no quisieron,
con dolor acallo, sepulto y olvido,
aunque muchas veces emerger quiso,
fluyendo de a pocos
con letras en sinfonías perfectas,
de los sonidos exquisitos
en sentimientos y emociones,
cuyo deber cumplido emergen y afloran,
por lo vivido, anhelado o deseado,
a veces realidad, otras, incontrolables delirios,
de aquello que vivir queremos
pero se nos escapa,
por las ranuras inexistentes
de nuestros apreciables intentos,
el viento zangolotea estrujándolas por dentro,
las entrañas despilfarradas
inundadas por cientos,
que no sé cómo limpiarme
de mis enmarañados pensamientos,
que parece placer o adicción,
sujetarme de la inspiración,
porque al escribir sin pensar
de seguro mi inconsciente habla,
desbordada cual dictado que no para, continua…
yo tácita impávida me pregunto cuando pararía
que mis quehaceres me llaman…
desprovista por el deber no cumplido,
cuando hay tanto por hacer y yo aún aquí sigo,
más su dulzura me deleita… y sigo, y sigo…
es un néctar inagotable que ni soltar quisiera,
en sus mieles me regocijo y entrego,
porque abstenerme no quisiera
pues al escribir me libero
aunque liberarme no quisiera,
cual bálsamo circunscrito,
inmerso y meticuloso aflora y se regodea,
por fuente inagotable que yo, por más quisiera,
del chorro de su abundancia debo alejarme,
o hacerlo a un lado mientras el cumplir estuviera,
quiero embriagarme de ti, pues irrumpir no ocurriera,
seguir embelesada por estas letras certeras,
falsas o verdaderas de algún lugar arraigo,
llenas de vestigios de luz por no darles un trancazo,
cuando huir quiero de lo que siento y exalto,
y que escribo, porque ser pareciera, verdadero asfalto.

Enamorada de mis anhelos
que ahuyentan mi soledad,
como si espantos fueran,
se arruga mi corazón,
entre mis desesperadas zozobras,
de mis inhabilidades e incapacidades,
en imposibilidad que me ata,
al no valerme por mi misma,
en abnegada calma, se disfraza…
cuando por debajo emerge lluvia en tormenta,
ante la angustia por hacer lo que no puedo,
depender y aferrarme al orgullo como escudo,
de creer ser y poder cuando en realidad no puedo,
fuerte e inquebrantable pero desmigajada por dentro,
pasan los días esperando que pase el diluvio destapado,
tormenta inmarcesible cada vez más gigante,
siempre en la lucha o esperando el momento,
que todo esté bien y perfecto,
tal como en nuestros inigualables deseos,
postergando y postergando, esperando que todo,
sereno, llegue tal y como creímos
seria nuestra vida de ensueños,
mi vida partida y desmoronada es lo que tengo,
se construyen con anhelos ciertos sueños,
que son arrebatados sin cimientos,
de ellos emergieron dulces retoños
que aunque creí míos5,
mi manto no los cobija
pertenecen a otros riegos,
mi seno desconsolado
los añora en desconcierto,
convertidos fueron en caudal de vida,
su razón fuente inagotable por cierto
que ya no están5 que me la arrebataron,
de mis manos inconclusas
que tal vez luchar no supieron,
que con añoranzas
y rezos insípidos y maltrechos,
no logro evocar para que regresen,
aquello que fueron.

Como la virgen inmaculada
permanecer quisiera,
falacia infinita, luchar debieras
por eso me aferro a ti
porque es más fácil
aferrarse a lo incierto,
espejismo fascinante
de lo que de ti he hecho,
pues la cruda realidad duele y lastima,
no se trata de una caída,
se trata de una lucha
de mil batallas prescritas,
a todas hay que enfrentarlas,
si queremos victoriosos,
salir de esta penumbra…
y sombría…. zona de lucha,
es el momento de resistir,
por ello que viva tu luz que me ilumina,
abre aquella olla podrida poco a poco,
y a escondidillas empieza a desatarse
tanta podredumbre que se anida,
de hecho hallarla es suficiente paso,
si limpiar y desechar de enmarañados trastos,
es la verdadera salida
de la ambigüedad de esta vida.

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Gracias a Domingo @ludico1964, Miguel Angel @Pippo, Angel @angeloacosta, a Alejandro y a Jorge, los mencionaré en un siguiente mensaje porque solo se puede mencionar a 3 , por atreverse a leer mi poema, que es un poco largo, jajajaja… creo q es un reto leerlo.
Así que muchas gracias, espero lo hayan disfrutado mucho… :smiling_face_with_three_hearts: :heart:

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Continuando con mi anterior mensaje, decia que tambien agradezco a Alejandro @AljndroPoetry y a Jorge@Ve54, por atreverse a leer mi poema, que es un poco largo, y creo q es un reto leerlo.
Así que muchas gracias, espero lo hayan disfrutado mucho… :smiling_face_with_three_hearts: :heart:

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