Y ante los versos que acarician
su alma de mujer hermosa y dulcemente amada,
en un impulso del corazón, en un estallido de sentimientos,
en el arrullo de la emoción, ella le dice:
─ Ese presente
que me envuelve los sentidos con tus caricias mi amor,
tus besos que saben a miel . . .
¡y vaya si abres todos mis cerrojos! . . .
mi alma al descubierto, vulnerable . . . ahí en tu corazón . . .
tu corazón de hombre, de niño, de amante, de poeta . . .
¡el hombre que yo he empezado a amar!
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Poesía de Alejandro Cárdenas
Recordando este poema escrito a dos plumas,
allá en algún pliegue del tiempo del año 2018, en el antiguo Poémame
El amor se hace pequeño, ante ese disturbio que supone, una representación en vocablos que lo traspasa, yendo algo más allá de lo que sería el sentimiento y se convierte en devoción y adoración por un instante. Magnífico poema en su intensidad. Un saludo.
El amor se hace pequeño, ante ese disturbio que supone, una representación en vocablos que lo traspasa, yendo algo más allá de lo que sería el sentimiento y se convierte en devoción y adoración por un instante. Magnífico poema en su intensidad. Un saludo.
Gracias por apreciarlo y sentirlo así. Saludos poeta.
…cuando leí tus versos recordé un poemita que habla
del hombre que siempre amaré. Lo escribí entonces,
pero hoy no se si sea realmente cierto jajjajaja
En un ímpetu de versos
de esos que recorren el alma
acarician el corazón …y de golpe
todo el cielo se estremece.
Debajo
de un rojizo sol de auroras te
aguardo siempre.
Voy contando los geranios, los
rocíos y anoto crepúsculos de mies
frescos de pena enamorada.
La luna se refleja en mi rostro e
intento no olvidar ningún silencio…
más puede mi desear que el olvido
por imposible que sea yo te quiero.
Tú, el hombre que siempre amaré