Labio que canta permanente en la historia.
Legendario suceso siempre vigente;
hilo de Ariadna cual candil de la gloria,
lo divino del verbo vaga inmanente.
Cuentan que el hilo del aliento inmutable
por flaquezas humanas niega su arcana;
bello novillo, por el rey honorable,
inspiraba en la amada química insana.
Vínculo roto con la faz de lo eterno
por negar hecatombe nace esperpento…
Minos sin gozo con la mira al infierno
encadena en su nombre moustruo sangriento.
Bronce bruñido matará a Minotauro
y al buscar la salida luce la plata…
cruel laberinto que dispersa tu lauro
la razón es suicida, pronto se mata.
Falta el supremo que dirija el camino,
ese rayo dorado, fuente de sunna;
ese lazo perfecto del linaje divino
que rompiendo el candado prenda a la luna.
¿Dónde te escondes eminente Teseo?,
temerario insensato nutre al monstruoso;
mares feroces atormentan al reo,
pasajeros encantos cavan el foso.
Cuerpo de bronce y argentina tu alma,
oro tu esencia, virgen Ariadna:
danos el goce, la victoria y la palma
que el espíritu es ciencia: Cántame Ariadna.