El fuego de tu amor cubrió mis fiestas,
mis casas, mis esquemas, mis florestas.
Su dulce fino lino, me embriagaba,
su estrella de pasión, me transportaba.
En su sol luminoso me sentía,
contenta, amada, viva, todavía.
Luché por alejarme de tu acera,
¡Pero todo fue en vano, una quimera!
¿Qué magia encantadora me brindaste?
¡Qué hechizo fantasioso me lanzaste!
Ya no puedo vivir sin tus celajes,
hipnotizada estoy en tus paisajes.
En tu fuego de amor yo me recreo,
me siento obnubilada en tus tatuajes;
como un cisne en tu lago, yo me veo.