El escondite de un niño

El escondite de un niño

Hoy ha sido un día de reencuentros de un pasado olvidado, en un instante de tristeza y desencuentros que marcan para siempre el fin de una era de felicidad y seguridad que nunca he vuelto a sentir. He estado nuevamente contigo Padre mío.

Esta tarde triste de un otoño frio y gris que desnudan mis fuerzas y falencias porque estoy junto a ti, te he descubierto y de nuevo afloran los recuerdos más importantes de mi historia pasada, por desgracia nunca más la volveré a vivir.

Había un niño de 7 años taciturno, hábil e inseguro, guiado por un talento innato, sentía ser un niño grande, orgulloso, el que cree que todo se puede lograr en la vida, porque solo tú me has convencido.

Tú estás a mi lado y siento tu sombra envolvente de alegría, no te vayas nunca por favor, fuerza desconocida que me sacas adelante y me arrastras a mi escondite donde solo tú puedes entrar, olas grandes son igualmente débiles para penetrar ese lugar, el escondite de un niño, me cobijo en él y soy eternamente feliz.

Recuerdo las tardes de victorias de ajedrez donde mucha gente miraba a ese niño donde nadie sabía que era inseguro y temeroso, tú estabas al lado mío, como una fuerza vital, ibas a ganar si estabas con él.

¿Pero y ahora?, que harás niño grande e inseguro. Ha caído el más grande, el invisible e invencible, el hombre fuerte, alto y carismático, de relatos y vivencias que nunca y jamás podrás vivir, ha pasado el tiempo y es imposible volver atrás, olvídalo todo niño grande, no, no, no, no puedes, es el ganador de todos los desafíos y apuestas jugadas, el hombre más grande de mi niñez.

Despiertas de un sueño que nunca hubieses querido escuchar, seguro olvidar para siempre.

Sin embargo, te has reencontrado con esa historia pasada, pero ahora solo vez un puñado de tristeza, una casa fría, sin ternura ni piedad, débil y sin amor, una luz tenue que lo atraviesa todo y llega a mí, para hacerme preguntas que ya no tiene respuestas.

Que decirte en esta soledad acrecentada por lo inevitable, la vejez se lleva todo, lo bonito y lo lindo de un ser humano, esto solo se revierte en un minuto donde aparece tu inspiración sublime, niño grande, empiezas a escuchar nuevamente los relatos vencedores del pasado.

Que más decirte hombre grande, acrecientas más mi soledad, la nostalgia es descontrolada en este momento. El hombre grande que calmaba todas mis penas e inseguridades está ahora derrotado. Padre mío, estás agobiado, empequeñecido y vulnerable, lleno de temores y sometido a preguntas de un niño grande que ha crecido y que quiere ser niño para siempre, ya no encuentro tus respuestas grandes e invencibles, tu silencio me agobia y quiero decirte todo lo que te he amado y todo lo que fuiste para mí.

Un relámpago fugaz pero estruendoso me ha reencontrado de nuevo con ese glamur y fuerza cautivadora.

Gracias por haberme hecho soñador, ganador y vencedor, llenaste el vacío que siempre tuve, inexplicable vacío, nunca entenderé quien lo cavo, no tendrás esas respuestas, porque ya no hay nadie que las pueda refrotar.

Descansa ahora que pronto partirás, me despido de ti y aprieto tus manos febles y pálidas, como las nubes transparentes, tu fuerza es la de un niño y tu esplendor, como las hojas que pasan por mi lado, en este otoño gris de un día que ya ha partido.

El relato de un desconocido para que nunca encuentren mi escondite de felicidad, ni mi identidad, duerme Padre mío, ya te he perdonado, pero jamás olvidado.

El escondite de un niño¡

5 Me gusta

Este precioso llanto tuyo me habla de tus pulmones abriéndose para disfrutar la vejez… es un llanto para respirarte de nuevo, hoy duele…pero en poco tiempo, uh, en poco tiempo te convertirás en un anciano precioso, como fuiste niño serás anciano… y llegar ahí es precioso, más si cabe, porque no se queda en el recuerdo. Gracias por este relato tan íntimo desde ese escondite tuyo. :hugs: :hugs: :heart:

1 me gusta

Me encantó tu relato. Muy nostalgico y envolvente. Un reflejo para muchos de nuestra niñez aún revoloteando en nuestros escondites.

1 me gusta

Gracias
Sus palabras, Me animan a seguir escribiendo
Este relato me brotó de mi corazón de mis pensamientos más íntimos y profundos
Un abrazo