En los rincones ocultos
del intelecto se esconde
la curiosidad latente
en busca del horizonte,
y sin hallar las respuestas
siendo así, de cualquier coste,
con tantas interrogantes
del mundo, por sus albores,
aquella mañana incierta
por variedad de razones,
he de descubrir tesoros
que la vida nos propone.
¿En lo más irrelevante
y efímero qué hay entonces?
Quizás, la anhelada clave
del saber en los crisoles
de la minuciosidad,
por tantos alrededores,
pues en las cosas pequeñas
no importando a quien le importe,
encontramos su importancia
aunque muy pocos lo noten.
¿Acaso las mariposas
que en revoloteos rompen
el aire de los jardines
podrían guardar con voces
silenciosas los mensajes
del linaje de los bosques?
Aunque parezca banal
son revoloteos dóciles
las cuales con sutileza
a través de sus mil roces,
muestran sus nimios detalles
de sustanciales colores,
mas así, hallas la guía
que cautiva nuestra gnosis,
aunque existan las miradas
superficiales que ignoren
aquellos conocimientos
sutiles, que en sí se esconden,
solo quienes son curiosos
por medio de introspecciones,
podrán encontrar la brecha
entre lo aparente, en donde
lo trascendental exhibe
revelaciones de flores
en el lenguaje ancestral
que en criptogramas de eones,
el eco del infinito
y entre los vientos asombre
con los murmullos silentes
que la esfera nos otorgue,
despertando las querellas
aunque pocos lo soporten,
y en la gota de un rocío
se desvelan sus canciones
como un sonido estelar
para que muchos lo exploren
y aunque son varios que escuchan,
son solo pocos los que oyen.
¿Qué puede haber en un grano
de arena que se repose
sobre las cálidas dunas
de los desiertos enormes?
¿Acaso podrían ser
triviales revelaciones
que a simple vista los vemos,
mas en su esencia son dones
de la existencia sublime?
Para quienes tienen nombre
quizás nada relevante,
pero hasta en sus venas corre
el enigma misterioso
del Universo en su borde.
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