Franco, noble adalid, guía anticorruptelas,
como la lluvia fresca sobre huerta serena
sin aprenderte el guion, convenciste en la escena
cual hermoso galán en las telenovelas.
Desmañada ambición te abocó a callejuelas,
de siniestro destino y amistades obscenas,
ignorando el dolor que portan las cadenas
en torrentes de llanto, tretas y triquiñuelas.
En luctuoso embeleso, paladín de mentiras,
líder del no es no de la extensión remota;
diadema de oro y perlas, de grandeza deliras,
Tus sombras serán burlas, no admiten la derrota,
solo siembran la ruina cuando en tu afán estiras,
sentado en el sillón, tu día de marmota.
02-02-2025
Edel@vateignoto
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