El barco de los cinco palos

Balandrajos hay de un palo,
¿qué goleta no hay de dos?
De tres palos las corbetas,
la carraca y el galeón,
cuatro palos tiene el naipe…
cinco el barco del señor.
El Reina Ana no fue menos,
mas no es tanto su valor.
Del trinquete hasta mesana
hay cien más, y mucho ron;
todos juegan y celebran
a razón del español…
¡oh, despecho del inglés!
En la cofa duerme el sol
y un soldado en el bauprés;
suyo es todo el día de hoy,
todo es hoy del que ha vencido…
de babor hasta estribor,
punta a punta es suyo el mar,
suya aquella cerrazón.
No celebra el capitán,
no celebra, ¡qué estupor…!
Pronto llueve, todos beben
y él se extraña en su dolor.
No una espada… no una daga,
no la pólvora de horror,
no el naufragio ni el fracaso;
no algún cuervo, ni un azor.
Invencible en mil batallas,
¿quién te vence, vencedor…?
Y en la blanda y dulce landa
se imagina su prisión,
sangre o pelo, boca o nieve,
y es extraña su pasión.
«Es el hombre a la deriva,
la deriva es el fervor…»
se decía, razonable,
bien con ella o sin razón.
«Para el ancla habrá fortuna,
para el cabo o el timón,
todo tiene algún arreglo,
todo cabe a comprensión,
¿pero qué fortuna espera
el que ha roto el corazón?»

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Mis respetos, poeta,un cordial, abrazo.

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Una maravilla!

Aplausos!!!

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Precioso!! :clap: :clap: :clap: :clap:

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Muchas gracias, compañero. Un muy cálido abrazo.

Profundamente agradecido, compañero. Un abrazo.

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Gracias, amiga, es un gusto saber que te ha gustado.

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