Intuyo una mirada divina: Ónix refulgente, me hace pensar en ciertas piedras sagradas; ave, símbolo de los ángeles, en las llamas del divino amor que funge como faro en un viaje entre las tempestuosas aguas del océano.
Es una maravilla de poema.
Saludos cordiales.
Me siento muy agradecida por tu dedicada valoración; y me alegra,te transmitan paz estas letras al ritmo de la vida…Aplausos aceptados con mucho agrado!!
El Ave Fénix se posó en la pluma de tu inspiración para prodigar a tus versos las virtudes de esa mágica mirada que embruja tus sentidos.
Lindos versos.
Hermoso poema!
Abrazos cariñosos, Silvia!