Se agita la alameda
con el viento de otoño,
entre amarillos, ocres,
y el lamento de un corzo.
El agua se desliza
por las peñas, por hondos
remansos de luz vieja,
de la cumbre al recodo.
El silencio se adensa
en la tarde sin rostro,
en el roquedo, altivo,
que custodia el arroyo.
Toda una belleza son estos versos! 
Para mí, un poema redondo y perfecto. Asoman los tintes machadianos en esas letras…
Enhorabuena por escribir así!
Gracias por tu amable comentario. Saludos y buen fin de semana.
Si, el silencio retumba en esas tardes, a medida que se aleja el tiempo. Encantada de leerte. Feliz fin de semana.
El silencio de la naturaleza, tan intenso. Muchas gracias
por tus amables palabras. Saludos.
Precioso versos Pradoalto, enhorabuena poeta!
Muchas gracias. Me alegro que te guste. Saludos.