Por alguna extraña razón, a mí me llama poderosamente la atención contemplar un árbol ‘entormentecido’, de troncos retorcidos y nudos arcaicos que como un grueso mar de espigas, en arcos de círculos tumbados se apelmazan y parece que duermen… tratando en vano de girar con la tormenta.
Los árboles saben… no hablarán ni se mueven; pero sienten. Y allí, donde se perpetró el crimen, ellos, por el pudor se tuercen.-
Chane García.-
@ ChaneGarcia.
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Imagen usada tomada por Paul Cupido.