La hermosura del frasco demoníaco
oscilaba en la mesita de oro
como en una danza de extraño equilibrio.
De perfil anforiforme
no tenía las asas de oreja
tan típicas del caso.
Era una belleza ojival
cuyo vértice ínfero —en punta de ‘ballerina’—
apenas sí tocaba, como si estuviese flotando, la faz de la madera.
Adentro
líquida le rosadeaba el brebaje de una aurora
ambrosía nectaria
que al beberlo…
te devolvería al instante la lozanía perdida
la belleza estatutaria
esa juventud sin gestos
a la que nunca se le dibuja
la zanja de una arruga.
Serás una de esas criaturas tersas
esculpidas por la mano de Rodin
de belleza deiforme
siempre perfecta y pulcra
incapaz de armar la calidez de una sonrisa.-
Chane García.
…
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Bonito escrito… me parece intrigante el desenlace:
como que le encuentro dos sentidos diametralmente opuestos.
Saludos cordiales.
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¡Sí, quizá tengas razón! Cuando lo escribí, no pensé en ello —cuando escribo poemas trato de no pensar mucho, eso me arruina las cosas—.
El inicio de este poema me lo inspiró una escena de la película “La muerte le sienta bien” protagonizada por Meryl Streep, Goldie Hawn y Bruce Willis, cuando vemos aquel hermoso frasco con el rejuvenescente líquido rosado… que, al beberlo, Meryl Streep rejuveneció al instante… Luego… El poema agarró por otro rumbo… A veces, sabes cómo vas a comenzar un poema, pero no sabe por dónde va a terminar.
Saludos.
…
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Me agrada ese «fluir con las letras» que describes.
Saludos y gracias por tan amplia respuesta.
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