El amor y sus circunstancias

Seguramente para que su corazón pueda dar esos lujuriosos saltos de júbilo a los que te tenía tan acostumbrado… ella debía recurrir a otra clase estímulos. Pero ¿Cómo habría de hacerlo, ya ella, tan sometida al distanciamiento, a la evasión y al silencio de todo tipo?

“Ya siento como nadie la muerte y el estrangulamiento, como un ave que asada durante largo tiempo es desmembrada, se le desgarran sus patas ya humeantes y todavía jugosas, sus alas y mulos con el sólo fin y afán de alimentar a otro, a otra y, acaso pretendiendo ser un puro estímulo.

Pero cabalmente, amar y su querer, esto es… y ser querido, es otra cosa.

Y nunca puede convivir bien y todo el tiempo con la masa.”

¿Pues cómo podría ella proporcionarte estímulo siendo igual al resto?

Pues siempre que ella decía “te amo” lo que aparecía era “te estoy amando”. Su lengua era en sí misma, ya, y siempre: una alegría, una profunda efectuación de su propio ser, de su cuerpo y corazón, una acción que miraba y escuchaba todo. Pero, vaya uno a saber si no siendo mujer, puedas comprender esto…

Algo así como que la palabra a penas despega del paladar actúa musicalmente de preludio a la acción de nuestra alma que está ya lista, colmada y a manos llenas preparada para dar. Y desde luego, nunca evitando el compromiso.

¿Acaso ella alguna vez dejó de comprometerse con su causa?

Pues nunca da un sentido universal a lo que dice, no dice ella: yo amo, en todo caso dice: te amo, lo amo, le amo y en ello se involucra y encuentra el afecto y la envoltura necesaria que todo querer requiere y necesita: para que así “lo expresado” , lo que es, simplemente se libere y sea lo que deba o quiera ser…

Esto es, que decir “lo amo” sea ya un enunciado de agenciamiento colectivo qué implique un te estoy amando ya y desde ahora🔥, una especie de compromiso. Pero qué a pesar de su falta de significación requieren de suelo y de cuerpo real, esto es de carnadura.

Pero ella misma carecía de estímulos… la falta de envoltura necesaria que requiere todo amor💘 lo cercano…lo furtivo, lo fugitivo en la mirada que siempre es respuesta del contacto previo y contundente de una mirada aguijoneada y siempre recubierta en audaz complicidad.

Todo lo contrario de la evasión y el desapego… qué ya son el anuncio o bien de un amesetamiento infinito o de larga duración, o lisa y llanamente, de la muerte y del desasosiego de su desierto.

Es que ella como yo, coincidimos en algo… y es que todo enunciado requiere de circunstancias, pues son ellas las que le aportan el Bios, la envoltura y atmósfera necesarias para que en ese paisaje plegado de dulce protección, calor y cobijo mutuo, algo llegue a agenciarse y así hacer máquina que produce a partir de ello. ¿Quién podría hacer lazo, prestarse de engranaje al uso sin recibir buen trato? Recuerda que al igual que ella soy mujer.

Es por eso que obtener un enunciado qué incite a la acción, esto es, a espontaneidad y frescura de lo que emerge propio de otro mundo (una especie de instantaneidad en la emisión, la percepción y la transmisión de las consignas, una capacidad de olvido tal que nos haga inocentes) requiere amor y envoltura, nunca evitación y distanciamiento…

Tal es así, que la apuesta de ella siempre fue antes que nada, la de comprender que el Amor es una mezcla de cuerpos, una unión de almas en el que amante y amado convergen en la declaración ya largamente conocida del: “te amo” y sin que por eso suene trillada, justo y más bien, lo contrario…

Pues ya lo sabemos, todo querer debe encontrar sus circunstancias y condiciones, pues si no… sencillo, tarde o temprano muere o se seca, o peor aún, nunca muestra su eficacia sobre el cuerpo y el efecto propio de su magia.

Y qué acostumbrada lo tenía ella a sus trucos y envergaduras… he intentaba que su magia fuera a la medida de él y de sus pantalones. Pero bueno, nada se ha de forzar a ser enunciado y hete aquí otra vez en medio de la nada… sin plantas, sin flores, ni injertos de naturaleza alguna, sin raíz, ni tallo… Vaya, vaya, no podemos forzar a que se nos ame. Y es que el Amor ¡es! El amor y sus circunstancias…

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Buen relato​:clap::clap::clap::+1:

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Gracias Pippo, siempre tan amoroso y lector. Se agradece​:sparkling_heart::blossom: