El amor hace los días

No existe un día para el amor
porque el amor hace los días.

Los urde, con pausa, en las horas silenciosas de la vigilia
Los entreteje, en las esperanzas que uno pone entre las manos
Los delinea en la trama de los hallazgos del llanto y el júbilo
En los instantes que somos uno y lo eterno se asoma fugaz
Para recordarnos que somos pasajeros
Que somos breves suspiros añorando suspiros.

El amor hace los días como cuando me visto de tu sonrisa
Y alardeo en la calzada de los melancólicos lo bien que me calza
Como cuando tomo prestadas tus ilusiones y las bebo como píldoras de alborozo
Como cuando me cubro el frio con tus sueños y me arropo con tu olor
Y salgo por las tardes y camino y dejo tu estela entre los incrédulos
Entre los desarraigados que buscan en un día robarle al amor sus secretos

Pero el amor se oculta esquivo e indescifrable con su hermosura recóndita
Esperando revelarse a los que en su lecho se vacían de miedos y azares
A los que nos dejamos trasladar a su emporio de frenesí y desmesura

El amor hace los días, los dota de alma, los hace palpitar, vibrar, cobrar vida
Como cuando tu voz educa mi memoria que colecciona tus emociones
Y las pone en la bodega de mis gratitudes como muestra de nuestra vitalidad
Como cuando te veo dormir impasible y tierna, delicada y serena
Y decido que esa imagen será mi bandera en cualquier territorio hostil
Porque sosiegas mi corazón envejecido, places mis ansias de verdad
y calmas los intentos de fundar un camino de abandono y desamparo

El amor hace mis días porque son tus días
Porque compartes tu tiempo y me obsequias tus preocupaciones
Tus alegrías, tus impaciencias, tus desesperos, tus enojos, tu furia
Y de ese modo puedo amarte en tu amplitud, en tu ser mujer completa
Perfecta en tus imperfecciones, impecable en tus ademanes sutiles
Plena en tus arrebatos de humanidad y extrañeza.

El amor hace nuestros días
Porque ya no lato sin tu latir
Porque ya no anhelo sin tus anhelos
Ya no experimento la sacudida de un orgasmo sin deletrear tu nombre
Ya no me conmociono sin imaginarte tomando mi mano
Ya no miro a mi sombra acompañarme si no caminas con ella
Y porque tus mañanas y tus noches son mías
Al alba decir tu nombre, al ocaso desear tu cuerpo
Al mediodía extrañar tu asombro.

El amor nos hace, nos impele, nos vitaliza, nos moviliza
En su honor
querida.
Hagamos el amor
y que el amor haga nuestros días.

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