No se,
pero ando reconciliándome
con el tiempo.
Al fin y al cabo,
en esta mansedumbre
parece no ser el culpable,
ni tampoco el viento.
Con su información
solo querían ayudarme.
Me dijeron no se qué
de un frío de hielo.
Y yo claro,
vi tus brazos cálidos
tu seno como una lumbre
y fui de cabeza al fuego.
¿Ves? Nadie fue responsable
ni es que yo abuse.
Solo que no sabíamos
que tú eras tan dulce.
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