La nocturnidad trae retales
de sucesos convertidos en recuerdos,
duendecillas angelicales
se han filtrado en la maraña de mis sueños.
Vienen liberando caracolas
en una danza indulgente,
haciendo saltimbanquis y cabriolas.
Y cruzándose entre medio de la gente.
El blanco frío de la madrugada
descubre en la avidez de velo franco,
una cabecita despeinada
florecida con mil flores de agapantos.
En los anaqueles de una biblioteca
se esconden las crónicas del cojo de Lepanto.
Mientras el invierno sobre zacatecas
esparce un gélido rocío astringente.
Una de ellas abreva las macetas,
con turmalinas de Aguas Calientes.
Vamos a jugar a las escondidas,
a la gallinita ciega
aprovechando que en el cielo está esparcida
la luminiscencia de la luna griega.
Contemos cuentos de princesas y de ranas
e historias que han merecido mil honores,
pintemos mapas desde Chiapas a Tijuana
con los tres colores
de la bandera Mexicana.
(Blanco de sal y azúcar,
rojo de fresas y otras frutas
verde de grama y aguacate)
y un águila en el purpura Apamate.
Entre travesuras y juegos
se aproxima la alborada
y se interrumpe la fantasía del ensueño
yo me sorprendo al encontrar
colgado en mi ventana
una pequeña [pequeñita] caperuza morada.
Querido Domingo amigo mío, me has robado muchas lágrimas de la emoción !!!
Me ha encantado el poema !!! Gracias, gracias de todo corazón por este bello regalo y de parte de este par de duendes de caperuzas moradas te mandan unas flores, cabriolas, piruetas y muchos dulces abrazos !!
Prometen no aparecer pronto en tus sueños jajaja
Jajaja esa luna griega que andaba volteando a otro sitio mientras estos duendes jugaban jajajaja
Ahh que maravilla, que sutileza, que genialidad, esas duendecillas felices, bailarinas y traviesas descubiertas y retratadas por tus versos en un mundo mágico de cuentos y de magia, disfrutarás como ellas pues estoy convencida que guardas a tu propio niño en tu interior y de vez en cuando lo sacas entre travesuras, afectuoso detalle, amigo!!! Abrazos!!
Fascinante texto, admirado poeta. Claramente un niño “nada escondido” colaboró en este logro. Mención aparte el paseo por parajes que me resultan bastante conocidos. Muchas felicidades Domingo.
Abrazo fuerte
Qué lindo cuando la pluma se conecta al llamado mundo fantástico, que sólo es realidad oculta a nuestros ojos gastados…
El poeta lleva su niño interior, que le prodiga caperuzas para contrarrestar al lobo del materialismo y la ignorancia…
Un afectuoso saludo, poeta!!
Sí que me haces recordar, Domingo, en estos hermosos versos tallados en bronce, llegué hasta el “manco de Lepanto” el gran Miguel de Cervantes, pero del “cojo de Lepanto” sé poco. Es un placer leerte amigo.
Un fuerte abrazo.
Qué ternura poética maravillosamente desplegada en este poema hechizante. Queda confirmado el poder de los sueños en tu inspiración Poeta. Hermoso detalle!
Hola Vate, que gusto encontrarte leyendo este recuento de sueños infantiles; efectivamente, como mencionas en el comentario, don Miguel de Cervantes fue apodado el manco de Lepanto por una herida de Guerra en una de sus manos, el caso es que los sueños tienen la virtud o el defecto de establecer su propia versión de realidades paralelas , en este sueño, se fusionaron el “cojo ilustrado” ( publicación de finales del siglo XIX ) con el lugar donde se efectuó la batalla donde resultó herido Don Miguel De Cervantes. En la distorsión de la imagen onírica prevalece el título en grande y rojo intentando esconderse entre otros libros «El Cojo de Lepanto» , cuando en la vida real el título de la colección de revistas es «El cojo ilustrado» que nada tenía que ver con El Quijote ni con su autor. Yo fiel al recuerdo del sueño, lo transcribí tal como lo Soñé. Agradecido Vate por tu concurrencia atenta , acertada y oportuna. Un saludo a toda Santa Fe de Tenerife.
Es una réplica hecha poesía de una serie de sueños con estas dos niñas que solo he visto en la pantalla del computador, pero como el subconsciente es capaz de viajar en tiempo irreal por todo el universo, quise reproducir los colores y movimientos de ese otro universo paralelo en este poema y dedicarlo a estas dos duendecillas de Zacatecas. Gracias por venir con tu óptica lectora encendida.
Uff, sin palabras!!!- Mi respeto y admiración, poeta!!!
“El blanco frío de la madrugada
descubre en la avidez de velo franco,
una cabecita despeinada
florecida con mil flores de agapantos.
En los anaqueles de una biblioteca
se esconden las crónicas del cojo de Lepanto.
Mientras el invierno sobre zacatecas
esparce un gélido rocío astringente.
Una de ellas abreva las macetas,
con turmalinas de Aguas Calientes.”