Te veo muy extraña,
tus ojos lucen tan extraviados,
la verdad no engaña,
tus amores han sido plagiados.
La sospecha me asalta,
cimbran los temores de mis presagios,
tu devaneo resalta
como naves de agónicos naufragios.
Se agotó el néctar divino,
se arruinaron aquellos dulces encantos,
hoy lloro mi desatino,
de tu idílica historia soy uno de tantos.
Duele tu silencio
que en trémulos labios evidencio.
Me hiere tu indiferencia,
me clavaste en la cruz sin tu clemencia.
Mi pecado fue adorarte,
mas mi ciego amor no supo abandonarte.
Autor: Profr. Mucio Nacud Juárez
(DR.) Mayo 14, 2021
Gracias, querida Gioconda.
Que alegría me da contar con tu compañía y con tus lindos comentarios. Siempre extrañando tu encantadora poesía.
¡Abrazos cariñosos!
Gracias, querida Delia.
Un gusto recibir tu visita y tu bella apreciación.
Comparto tu razón. El amor nos hace viajar con los ojos cerrados.
¡Abrazos cariñosos!