Ninguno de los dos decimos nada,
resulta difícil mostrar
el corazón cuando
hemos vivido más a golpes
que a latidos.
El futuro siempre nos da
más miedo cuando
es verdad.
.
Nos desvestimos, todavía
tenemos el frío que da la nada,
nos damos prisa en compartir
la piel, esa que hace
veinte años tenemos cosida
a los huesos.
El silencio siempre
nos da más miedo
en la oscuridad.
Ninguno de los dos somos ya tu y yo,
quizás tu me debas muchos besos,
yo te debo la luna
que te prometí hace veinte años.
El amor siempre
nos da más miedo
cuando se pierde la vida.