Recuerda,
que yo, todavía no me he ido,
porque soy,
la que se viste de lluvia
para apagar el incendio
que es la vida.
Doy vueltas por la casa
y le he contado al balcón,
que tengo miedo.
No olvides, que estoy
a muchas horas de Dios,
y tú, estás tan cerca de Él
y de su piedad eterna.
Camino por todos los pasillos,
con mis medias de seda
y voy tapando los espejos,
para no ver
los incendios terrenales
cayendo en la locura.
¿Cuál será, el resto de tiempo
que tendrá la vida?
¡Y lo lejano…
que está Dios…!
Tacto, delicadeza para tratar lo sacro desde tu pronóstico temporal, esa es la virtud que vistes como lluvia copiosa y le da fuerza a tu poesía y la hace hermosa. —Aplaudo entusiasmado.
Cuántas intuiciones despiertan los versos de tu poesía.
¡Esas son las buenas! Hacen reflexionar y provocan escenas hipotéticas, libres en cada lector.
Me gustó mucho, querida Luci
Abrazos
Bella poesía Lucy.
Uff que bello, esa divagación por los pasillos de la vida y el transcurrir del tiempo, poeta!!!
Un inicia sensacional
Me encata la fuerza de tu poema
Es muy bello además
Honor que me haces con tu grata visita, querido poeta. Gracias y un inmenso abrazo.
Agradecida siempre, con tu visita, poeta. Abrazos.
Precioso Lucía. Hermoso poema.
Besos
Qué hermoso arranque, Lucía!
Bello poema que indaga en lo profundo del tiempo, de la vida…
Abrazo, poeta!
Gracias a ti Luci
Abrazo
Gracias por pasar, poeta. Abrazos.
Gracias por tu lectura y comentario, poeta. Abrazos.
Agradecida con tu visita, poeta.
Muy amable por pasar, poeta. Abrazos.
Gracias, siempre; es un honor tenerte aquí. Abrazos, poeta.