La primera parte está formada por 3 octosílabos y 3 tetrasílabos (o se pueden usar trísilabos, también). Esos 3 octosílabos son en forma de pregunta y los versos de pie quebrado son las respuestas. Cada par debe rimar, o sea: 8a4a-8b4b-8c4c
La segunda parte es una Redondilla (octosílabos: abba) cuyo último verso tiene que formarse con la combinación de los versos de pie quebrado de la primera parte (puede, por ejemplo, quitar algún artículo o preposición para que la métrica se ajuste, o “jugar” con las sinalefas). Siendo estrictos y viéndolo como un solo poema (que lo es) quedaría:
8a4a-8b4b-8c4c//8c-8d-8d-8c
Cervantes fue un gran amante y divulgador del Ovillejo. Lo usó mucho.
En la actualidad hay quien escribe ovillejos con las mismas normas, pero sin que los octosílabos iniciales sean preguntas, pero respetando la métrica.
Sin embargo la forma original plenamente difundida es la de las preguntas.