La edad del alma
dice un viejo poema
es tan suave
como el rojo del otoño
como una mirada
al infinito sin retorno
como esa envidia que nos da
el más feliz del mundo idiota…
Porque él vive
él perdona
él vuela y ama
porque es tierra
y también persona
Porqué aquel que da todo
No teme jamás perder nada