Hoy día 14 de octubre, celebramos el día de las escritoras, y para celebrarlo os animo a dejar, como respuesta a esta publicación, un fragmento, unos versos o alguna frase de aquellas escritoras que más os gusten.
Empiezo yo, dejando una hermosa frase de una de mis escritoras preferidas y que define, para mí, de forma perfecta la importancia de la palabra:
"La palabra es lo más bello que se ha creado, es lo más importante de todo lo que tenemos los seres humanos. La palabra es lo que nos salva".
“Y cuando la luna da su humilde bendición a los hombres, te veo
gigantesco, destacarte en un afilado rayo; te veo enorme, confundido con lo inmortal, desparramando sobre el mundo tu indulgencia, aliviando la desesperación de tanto náufrago dolorido; te aspiro en el ambiente, te imagino en el misterio, te extraigo de la nada.”
¡Los poetas amamos a la sangre! A la sangre encerrada en la botella del cuerpo, no a la sangre derramada por los campos, ni a la sangre derramada por los celos, por los jueces, por los guerreros; amamos a la sangre derramada en el cuerpo, a la sangre feliz que ríe por las venas, a la sangre que baila cuando damos un beso. Cantamos al amor. A lo fresco. A lo puro.
“Estoy aquí, sentada, con todas mis palabras
como con una cesta de fruta verde, intactas.
. . .
Pero yo no conozco más que ciertas palabras
en el idioma o lápida
bajo el que sepultaron vivo a mi antepasado.”
En este “Día de las Escritoras”, aprovecho para ofrecer un pequeño homenaje a la gran poeta sevillana que tanto admiro, Julia Uceda, premio Nacional de Poesía en 2003, que falleció este verano en el mes de julio a los 98 años de edad.
Su poema:
“Ven en el viento”
Ven en el viento En el lagar pequeño de mi mano zumo de esquilas y naranjos tengo. La vida se derrama por mis brazos. Ven en el viento.
En el ala sombría de mi nuca rumor de algas y de voces dejo. Te abrirán los caminos de mi alma. Ven en el viento.
Largos suspiros pasan. Me sacuden. Ya mis hojas son pájaros huyendo. El tiempo va de huida y pisa y tala. Ven en el viento.
Felicidades a todas y agradecer a Horten este pequeño homenaje.
Cordial saludo:
se me vienen a la cabeza tantas poetas o poetizas, pero resalto en este momento a Sor Juana Inés de la Cruz, cuyos escritos son fascinantes para mi y a Sor Teresa de Calcuta.
Amor empieza por desasosiego, solicitud, ardores y desvelos; crece con riesgos, lances y recelos; susténtase de llantos y de ruego.
Doctrínanle tibiezas y despego, conserva el ser entre engañosos velos, hasta que con agravios o con celos apaga con sus lágrimas su fuego
Es un trozo del Poema “Amor empieza por desasosiego” de Sor Juana Inés de la Cruz.
y este otro trozo de poema… La vida es un misterio, descúbrelo.
La vida es una promesa, cúmplela
La vida es dolor, supéralo
La vida es un himno, cántalo
La vida es un combate, acéptalo
La vida es una aventura, desafíala
La vida es una tragedia, enfréntate
La vida es suerte, merécela
La vida es vida, defiéndela ”.
Este fragmento pertenece a Sor Teresa de Calcuta, que me gusta su invitación muy sabiamente concebida, en sinergia con mi espíritu indómito.
Comparto exaltando y conmemorando a todas la poetizas del planeta y del universo, que ese día hayan sido exaltadas , gracias @horten67 por invitar a este hermoso reconocimiento.
Mi aporte, con admiración, al día 14 de octubre, Día de las escritoras. Trascribo un poema de Elizabeth Bishop.
Un arte
No es difícil dominar el arte de perder
tantas cosas parecen llenas del propósito de ser perdidas,
que su pérdida no es ningún desastre
Perder alguna cosa cada día. Aceptar aturdirse por la pérdida
de las llaves de la puerta, de la hora malgastada.
No es difícil dominar el arte de perder.
Después practicar perder más lejos y más rápido:
lo lugares, y los nombres, y dónde pretendías
viajar. Nada de todo esto te traerá desastre alguno.
He perdido el reloj de mi madre. Y, ¡mira!, voy por la última
-quizá por la penúltima- de tres casas amadas.
No es difícil dominar el arte de perder.
He perdido dos ciudades, las dos preciosas. Y, más vastos, poseí
algunos reinos, dos ríos, un continente.
Los echo de menos, pero no fue ningún desastre.
Incluso habiéndote perdido a ti (tu voz bromeando, un gesto
que amo) no habré mentido. Por supuesto,
no es difícil dominar el arte de perder, por más que a veces
pueda parecernos (¡escríbelo!) un desastre.
Autora Elizabeth Bishop.
Extraído de libro: El arte de perder.
Selección de Carmen Riera Sanfeliu.
Traducción de D. Sam Adams y Joan Margarit.