En el eco de fríos campanarios,
se esconde silenciosa, la esperanza.
Aparecen pequeños duendes blancos,
bañando de nostalgia el infinito
y mis manos se extienden en la sombra,
buscando coloridas mariposas.
Los fríos campanarios, redoblan sus sonidos
y las estrellas lo saben Lucía, sí. Lo saben.
No importa la distancia, no. No importa.
De todos modos, ignoro la ruta del destino
y no puedo saber, dónde termina.
¡Que las flores no se mueran en mis manos,
mientras viajo, al otro lado de la noche!
¡Maravilloso!
《De aquí a la muerte hay un paso
y vivimos en un cielo temiendo,
huyendo,
intentando esquivarlo,
perdiendo los días cargando en otros
los miedos》palabras de @Tali, en un poema titulado “Al otro lado”.
No tengo la menor duda de que las flores en sus manos llegaran frescas a su destino, pues seran irregadas por la frescura de su poesia Lucia. Saludos y feliz año.
Uff que bonito, me encanta la composición como un pequeño diálogo con una misma, se palpa la incertidumbre del destino, eso sí que las flores nunca te abandonen, poeta!!!
Qué bello cierre en tu poema de duendes blancos !
Yo también lo creo, las flores de @luciagomez1956 tienen un olor que atraviesa la palabra
Qué bonito y evocador.
Bravo.
Precioso este diálogo con tu yo…
Que las flores poéticas te acompañen siempre, querida Lucía!
Siempre hay esperanza detrás del silencio. Hermosos versos. Felicidades en este nuevo año. Saludos cariñosos.