Después de tanto tiempo
peregrinando por la vida
me siento en el balcón del tiempo
y miro su cansancio
y el camino donde sus huellas
fueron pasos y zancadas
decididos o indecisos.
Mi voz habla en el silencio
con palabra autorizada
del ayer que fue ayer
y del mañana que puede ser
mirando un cielo
que no es el mimo que fue,
las nubes me envuelven
en la menoría del recuerdo
donde encuentro desafío y reto
gozo y complacencia,
y las sombras de mi ayer
susurran mi tiempo.
Después de tanto tiempo;
de suelos rotos,
de sueños perdidos,
de sueños olvidados,
de sueños disfrazados,
de sueños escondidos
en los rincones oscuros de la mente,
la memoria me los devuelve
lanzándolos al vacío de mí tiempo
para que yo les de
ese punto sin olvido
esa espera sin destino.
Después de tanto tiempo
el cansancio se ahoga
en el lamento de un suspiro
y el dolor de la vida
ya no me importa,
al final da lo mismo
pues lo vivido
es un rosal sin espinas.
Pippo Bunorrotri 2403/25
