Sin arrebato o rebeldía
me desprendo del rítmico huracán
que dictaminan las agujas
de una atmósfera encauzada
en deterioro y oquedad,
desde los ojos invidentes
que absorben la hierba incipiente
y sepultan con dulzura
el clamor de una sonrisa.
Y me deslizo por el bucle,
la cascada dorada
de los cabellos del horizonte
que besa con olas de niebla,
las heridas ciegas que dejan las madrugadas
que no brotaron de los capullos
en las noches de sequía.
Para ser ahora rocío,
diadema y delicia
en cataratas de aurora,
con resplandores y sal
para sazonar los caminos,
huellas de azahar
y espectros sin cadenas
que van mudando las escamas,
vistiéndose y despojándome
de la desnudez momificada
que exponía su blanca terquedad;
ninguna dependencia
derramó nunca los tesoros
que titilaban en sus ojos quebradizos.
Ya no importan las tallas
porque el mundo se queda pequeño
debajo del vuelo de esbelto plumaje
que va dejando migas de papel
tras su impetuosa figura refulgente,
para que mis sombras sedientas puedan
encontrarle olfateando absortas
su tinta carmín.
Descubro con asombro a dónde va,
mi itinerario se quedó oxidado
con esas manchas de olvido
que va esculpiendo el smog
sobre tanto latido ignorado.
Tengo dos años de sobregiro
para las páginas cada vez más grises
arrugadas por la mano rígida
de los antepasados taciturnos.
De aquel engranaje trabado
me resbalo como una gota
de extracto de vida
que ha encontrado su mar,
esencia inagotable
de versos sin ruido.
No hay sortilegios.
La belleza es simpleza
la pureza es tangible, sublime,
tácita, y sí, invisible.
Muchas gracias Silvia!
Mira que es muy importante el tema de como suena el poema. Recuerdo que una de las primeras cosas que leí cuando me interesé por escribir recomendaba: Escribe para ser escuchado, y desde entonces trato de cumplirlo
Totalmente de acuerdo!Es de gran importancia la musicalidad,la armonía de notas,la calidad expresiva!Debe resultarle grato al lector como una bella melodía!