Testigo de mi simbiosis,
fiel sendero a dimensiones sin paradigmas.
Guardas mi flor seca
y también aquella que en letras despiertas…
En cada página
puertas, manos abiertas.
Eres libro
mas también
compañero de vida.
Entrañable valle
de páginas azules.
Bolsillo infinito de mis asombros.
Labrador de mis búsquedas sin respuestas.
Ojos antiguos que me guían
hacia mis cielos, tierra despierta.
Bellísima y profunda apreciación querido Alejandro cuánto te agradezco.
En algún momento me autocritiqué que faltó un poquito de precisión en la alusión a la lectura pero quise llevarlo más allá justamente.
Abrazo; y recibir su comentario me deja contenta y más tranquila.