Con su mirada de gata
dejó mi cuerpo maltrecho,
clavó su ira en mi pecho
como un suspiro que mata.
Y con aquella bravata,
arrojada con despecho,
quedó mi sueño deshecho
a manos de aquella ingrata.
Con la puerta a sus espaldas,
lanzando un gesto burlesco
con sus ojos, esmeraldas,
me arrojó su adiós chulesco
y, tras un baile de faldas,
se marchó con viento fresco.
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Interesante y original este sonetillo, @pacodecaceres.
Me gustó leerte.
Abrazo.
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Gracias por leerlo y comentarlo.
Un abrazo.

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Me gustó que lo leyeras.
Un abrazo. 
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De vez en cuando, hay que poner una sonrisa desenfadada aunque la situación sea adversa. Gracias por tu lectura y comentario. 
Un abrazo.
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Te ha quedado musical y gracioso.

Me gustó pasar.
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Muy agradecido con tu visita. 
Saludos.
Encantadores versos, poeta!!! Un gusto disfrutar de la cadencia de tus versos.
“me arrojó su adiós chulesco
y, tras un baile de faldas,
se marchó con viento fresco.”
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Sinmi
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Es una despedida muy poética y hermosa. Encantada de leerte. Saludos cordiales.
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Muchas gracias por tu lectura y comentario.
Saludos.
Encantado con tu lectura, Sinmi.
Saludos.
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