Amarilla… la luna llena se ‘empergamina’ en un pelúcido halo de oro —noche fría; madrugada gélida—.
El otoño se descose divagante y sereno, entre los octubreros harapos en los que se aja de a poco, ‘ennoviembrándose’ cada vez más de frío, con el mortinato velo de la niebla matutina.
Octubre de desoctubra todo íngrimo… gris… frío por la tarde, silente de mausoleo.-
Chane García.
@ChaneGarcia
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En tu bella prosa expresas la melancolía y la belleza del otoño, que se va desvaneciendo en el frío y la niebla.
Me gusta cómo usas el color amarillo como el elemento central del poema, para representar la luna, el oro y el otoño.
Me impactan las imágenes de la luna llena, el halo, el pelúcido, el empergaminar, el descoser, los harapos, el mortinato y el mausoleo. Con los cuales creas magistralmente un efecto de delicadeza y decadencia.
Si yo fuese una colegiala ingenua, estaría acalorizada de rubor je, je, je… ¡Chas gracias!, ese cuadro que se pinta allí es así, tal cual… La luna llena ya para ocultarse tras un alto edificio y entorno a ella, un tul de nubes que no se perciben, pero que sin ellas, no se remarcaría el halo de santidad nocturna. Le tome fotos; pero la cámara de mi celular difumina la nitidez de la imagen, no haciéndole justicia.
Yo soy muy del momento: lo que veo, lo poematizo.
Saludos.