Desenmegüescente

El desenmegüescente ardor del invierno
que…
con cada marca de babor
se estriboriza hacia el cuenco del centro
hasta que el desestribor colindante
lo descentre
por lógica del movimiento evolutivo
hacia los lindes de la próxima estación.
¡Ah…! ¡La primavera!
con su tibior níñico comienza a gestarse
como un tímido fogón rosadeante
que aurorea
todavía bajo el invierno.-

Chane García.
@ChaneGarcia.

7 Me gusta

Desde el título uno ya percibe que este será un poema del universo Alexanderiano

¡Ah…! ¡La primavera!
con su tibior níñico comienza a gestarse
como un tímido fogón rosadeante
que aurorea todavía bajo el invierno.-


Es siempre una pasada fenomenal leerte mi estimado pana.

Abrazos poéticos

1 me gusta

¡Gracias! —a veces siento que no lo merezco cuando cometes el error de comparar tu poética con la de otros. Uno no debería compararse; pero… ¿cómo evitarlo?—. Sí, como dice la poetisa María Gabriela Rosas: el poeta debe escribir desde aquello que lo mueve… en mi caso, a mí me poetiza mucho la Luna amortajada en su amarillenta aureola de niebla y, esos momentos sin sexo del amanecer y atardecere… todo lo que es impresiso, lo ambiguo, lo que es fronterizo y proscrito, casi que ‘tabútico’, si me permites la grafía.

¡Gracias!, se te agradece la flor.

1 me gusta

no podría estar más de acuerdo !!

1 me gusta

El título siempre tiene que ser atrayente y sin ninguna duda, el tuyo lo es!!
Disfruto mucho leyendo tus escritos. En este caso, me encantó el final!!

“Ah…! ¡La primavera!
con su tibior níñico comienza a gestarse
como un tímido fogón rosadeante
que aurorea
todavía bajo el invierno.-”

Ese verbo “Aurorear” es precioso, debería de recogerse en la RAE.:blush:
Abrazo fuerte, Chane!

1 me gusta

Siempre tan original @alexander_garcia_197
Saludos compañero.

1 me gusta

Es una muy sabrosa maña que tengo —tenemos en mi casa en ese hablar coloquial familiar— que, por mala costumbre, agarramos sustantivos y les damos función de verbo. Mi hermano y yo, desde pequeños, usábamos la palabra “bicho” deformándola en “bichear” y ésta última era una palabra-comodín que, podía significar casi que cualquier cosa… «¡Mamá!, bicheame ese tobo para acá» (¡pásame el tobo!)… «Díctame los datos para bicheartelo en la computadora» (tipear los datos) y así por el estilo… En mi familia hemos desarrollado todo un diccionario de términos que, sólo manejamos entre nosotros… palabras muy familiares y algunas, íntimas.

No creo que seamos los únicos… tienen que haber otras familias anormales je, je, je

Sí… eso de verbalizar sustantivos y adjetivos —y también las viceversas— es una ilegalidad lingüística con la que siempre me ha gustado jugar… inventar —mediante la desinenciación— el confort de mis propias palabras.

Saludos.

1 me gusta

Sabes
No podía hacer otra cosa que descubrirte.
Yo no podría escribir esto que acabo de leer, en serio.
Me sorprende gratamente.
De primerísimo nivel, ahora entiendo tus comentarios.
A nadie le debes y eres netamente muy original.

1 me gusta