Sales nublan la mirada,
el cristal de la inocencia
siempre busca la bajada:
la presión en su insolencia
le propina una patada,
¿será acaso una advertencia?:
desengaño hay en tus brazos,
¡todo credo hecho pedazos!
Y es que mira, silogismo
siempre mata el revoltijo
cuando funda el simbolismo
que nos muestra como el hijo
se conoce por sí mismo…
oh mandato siempre fijo:
«La verdad quizás se esconde
pero al fin por mí responde».
¿Que en el número se adentra
natural la sucesión?
Todo entero siempre encuentra
quien le siga en procesión,
mas la paz bien se concentra
con principio de inducción:
transitoria tu mentira
se fulmina entre la pira.
No entenderlo forja daños,
y que torpe me he portado
cuando a veces entre engaños
sólo vivo en el pasado,
tan fugaces son mis años
¡si el montón ya fue contado!
Mas la cuenta no se advierte
si no ves venir la muerte.
Siempre impera el devenir:
presurosa carcajada
suelta el cielo al descubrir
del verano la llegada,
y que brazo va impedir
de la lluvia su jornada;
¿mas por eso desgraciado
he de ser a tu costado?
Potencial es la doncella,
tú la apartas con tu reja,
siento pena en la querella
¡sólo busco hacer pareja!;
yo me largo con la bella
que la loba es falsa oveja.
Si Eva clama en el Edén,
¡que aquí muera tu rehén!
¡Wooow!
Me impresiona tu capacidad de escribir esos poemas largos y coherentes.
Amo la métrica consonante.
Las octavas de arte menor se prestan maravillosamente para tus obras.
¡Bravo, bravo!
Qué hermoso tu poema alusivo a la Creación,la Divinidad,el propio conocimiento y el par que nos acerca a la Unidad del amor…Te envío un saludo de letras vivientes!!
Bellas y elegantes octavas!
Desengaño, amarga experiencia que te lleva a la senda de la verdad.
Tu inspiración se desbordó para obsequiarnos este bello poema!
Saludos cordiales, Lauro!