Desde la soledad tal vez escriba
y aunque lo niegue busco la ternura,
porque alcanzando ya la edad madura
nunca diré que del dolor me inhiba.
Será que envuelto en mis manías viva
a placer, aumentando mi locura,
aunque bien cara pague la factura
que en mi redil sin ton ni son reciba.
Así será que a mi pesar eludo
a cada instante toda compañía
por muy incomprensible que parezca,
y tanto que si puedo ni saludo,
ni al más escueto adiós respondería
por más que un agasajo se me ofrezca