Fácil que yo desde la cuna fuera
condicionado a no creer en nada,
si es que siendo tratado a la patada
ni en las musas creía tan siquiera.
Si es que traumatizado hasta que muera
cuando me han de ofrecer me desagrada,
porque harto que me den la bofetada
huelga que en el infierno se me quiera.
Porque ni libre fui de pensamiento
a mi bola soñé contracorriente
por endulzar un poco mi amargura,
por no perder el tono ni el aliento
mientras con mis recursos inconscientes
evité me metieran en cintura.