He puesto para enfriarse,
mi corazón en puro hielo.
Pero fue todo un desastre
lo derritió al momento.
Le he dicho que delira,
pero él solo me reclama,
y quiere que se repita,
el beso que avivó las llamas
Que reclame tu presencia
con tus sonrisas claras
de fuegos de luciérnaga
no importa lo que me duela.
No hay otra cosa que le valga.
Cómo si solo él sufriera,
cómo si solo él se asfixiara
con cada vacío de tu ausencia.
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