Las manos pausadas
de una bailarina.
Maniquíes en pasillos.
Sílabas en cadenas
permeando el vacío.
¡Oh dulces, espíritus!
Denme, sus penas.
Ponte tus trajes espaciales,
vendate los ojos,
tubulares despojos
esperan tras las puerta.
Escapa lo tangible,
torrenciales de miedos.
Todo es posible,
en la tierna demencia,
el primer parpadeo,
el apretón de los dedos,
el soneto del habla.
el llamado a la madre.
-La esperanza.
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Un poema precioso. Y sentido y necesario.
Hacen falta voces que den fe de lo que nos pasa.
Para lucharcontra el olvido.
Un abrazo , amiga @cfoliveri
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Estos versos dicen mucho más que tantos teldiarios.
Apalusosotra vez, tocaya Carmen.
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David
11 Marzo, 2021 17:04
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A pesar de los pesares llegará la primavera. Bravo, Cfoliveri.
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Gracias, tocaya! La verdad como terapeuta tuve el honor de trabajar esos pisos aunque era mi directora la que los manejaba, para evitar contagio. Ahora estoy en las escuelas, con mas tiempo, por ende con frecuencia compartiendo con ustedes : )
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