El balón quedó prendido entre las ramas del árbol. El niño se encaramó a su tronco y la acacia tornó en dientes de leche cada una de sus tres espinas.
Foto de mi autoría
El balón quedó prendido entre las ramas del árbol. El niño se encaramó a su tronco y la acacia tornó en dientes de leche cada una de sus tres espinas.
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